40 Lo sirvieron después para que comieran los hombres y, cuando
estaban comiendo, comenzaron a gritar diciendo: « ¡La muerte en la
olla,
hombre de Dios!» Y no pudieron comer.
41 El dijo: «Traedme harina», y la echó en la olla. Dijo: «Repartid
entre la gente.» Comieron y no había nada malo en la olla.
42 Vino un hombre de Baal Salisa y llevó al hombre de Dios primicias
de pan, veinte panes de cebada y grano fresco en espiga; y dijo
Eliseo: